Resulta que miro hacia atrás e inevitablemente comparo el balance anterior y el anterior.... y siempre me pasa que no puedo dejar de ser optimista.
Todas las cosas buenas y malas que trajo el 2014 han quedado atrás y han dejado huella.
Aprendizaje.
En cada situación he dado lo mejor de mí y en las cosas que me he involucrado con el corazón, me he metido de lleno... aunque eso no haya sido suficiente, me hace bien saber que he sido sincera conmigo misma
Soltar.
El trabajo ha ido muy bien también, con oportunidades de trabajo particular que me han dejado ver una vez más que puedo llevar adelante las cosas que me propongo.
El equipo del Colegio de Arquitectos donde trabajo ha hecho mucho por mi. Gran parte de mi readaptación tuvo que ver con el grupo humano con el que me toca compartir cada día en la oficina.
Desafío.
Mi familia es un gran pilar. La sinceridad de afecto y la calidez que fluye entre nosotros no tiene precio... no importa a que hora los necesites ni para qué. Estamos unidos desde el corazón y todo lo demás no importa. Mi papá está complicado de salud y hay mucha fuerza puesta ahí. Al parecer no ha sido casual que yo me haya quedado en Argentina. Mejor así :)
Orgullo.
No voy a negar que extraño con locura viajar... ver más, aprender más, conocer más, compartir.... se me ha tornado como una especie de adicción y lo seguiré haciendo desde el lugar que ocupo hoy con la "estabilidad" que estoy viviendo... me guste o no, es ahora mi realidad.
Aceptar.
Mientras tanto sigo con el propósito de siempre, ser lo más feliz posible!
A todos los que de una u otra forma compartieron camino conmigo en 2014.....
Gracias.
